viernes, 17 de febrero de 2012
No es oro todo lo que reluce
El obelisco de plaza de Castilla nos cuesta en mantenimiento 312.000 euros de contrato hasta 2014.
Este monumento, obra de Calatrava, se inauguró en 2009 con las siguientes características:
Tiene 93 metros de altura, dos metros de diámetro y 527 toneladas de peso, y está construido con hormigón, piedra, bronce y acero de espesores variables desde 80 milímetros en la base hasta 25 milímetros en la coronación.
En su interior hay una escalera que conduce hasta la cúspide e instalaciones eléctricas, de alumbrado, de motorización y de balizamiento. Además , su cubierta consta de 493 láminas de bronce recubiertas en pan de oro de 7,70 metros cada una, con las que se emula un movimiento helicoidal ascendente gracias a 126 pequeños motores que mueven las planchas de manera basculante y radial con una diferencia de milisegundos para que dé la sensación de tornillo sin fin.
Más informaciónEn su momento se pensó llevara una base de agua, pero no pudo ser debido a las dos líneas de metro y numerosas galerías que pasaban por debajo.
El delegado de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Fernando Villalonga, ha reconocido en la comisión ordinaria del ramo que el gasto de funcionamiento del Obelisco de Santiago Calatrava, situado en Plaza Castilla, es "más caro de lo pensado", algo que ha confesado con conocimiento de causa ya que fue director de estudios del arquitecto cuando se diseñó la columna.
A todo este coste de mantenimiento habría que sumarle el ponerlo en funcionamiento dos veces al día, cosa que estaba prevista inicialmente.
Este es sin duda "un regalo envenenado", por parte de Caja Madrid, a los ciudadanos de Madrid, que aparte de pagar sus hipotecas, han de pagar también el mantenimiento del "engendro".
Parece obvio que la megalomanía de nuestros regidores combinada con el afán de grandeza y dinero, producen estos resultados; y el obelisco sigue reluciendo en Plaza Castilla, con el dinero de todos, para homenajear el centro financiero de la capital. Mientras se recortan servicios sociales el "pan de oro" seguirá girando.
Otros casos
Todo un “barroquismo” de un Arquitecto que está obsesionado con estructuras móviles, como se pudo ver en Oviedo con el edificio que llaman popularmente el “centollu”, los millones que ha costado, los problemas que ha sufrido durante su construcción (debido a la movilidad de su estructura), su difícil encaje arquitectónico dentro de la ciudad y, sobre todo, su imposible rentabilidad, lo hacen uno de los mejores ejemplos de despilfarro de los últimos años.
Luis Antúnez
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