Hace unos días nos llegaba la noticia de que Bankia iba a cerrar la red de bibliotecas de Cajamadrid. Conozco bien una de ellas, la de Alcalá de Henares, un lugar acogedor, silencioso y eficaz, en el que han estudiado varias generaciones. Parece que no hay dinero para mantenerlas. Pero poco después nos enterábamos de las retribuciones astronómicas de los miembros del Consejo de Administración de Bankia: un total de siete millones de euros en 2011. La mayoría de los consejeros no tienen experiencia como banqueros, pero son destacados militantes en partidos y sindicatos.
Afortunadamente, hay un rayo de esperanza: Bankia se ha nacionalizado y tiene un nuevo presidente. José Ignacio Goirigolzarri ha manifestado reiteradas veces su preocupación por la educación. En su blog ha dejado escrito que “no hay sociedad capaz de crear riqueza y cohesión social de forma sostenible sin una educación excelente (…) Hay que dedicar más recursos a la educación, no me cabe duda”.
Ahora tiene una oportunidad de oro de demostrar la coherencia de sus principios. Él puede dedicar más recursos a la educación: ¿cuántas bibliotecas se pueden mantener con siete millones de euros?— Juan Meléndez Sánchez.