lunes, 19 de marzo de 2012

Empresas privadas, tras la basura que da de comer a los pobres en la India


A pesar del frío viento del invierno, la jornada de Chinnamma comienza a las 5 de la mañana. Cubriéndose la cabeza con la larga tela del sari y arropándose los hombros con un chal,esta mujer de 48 años se dirige al vertedero de Jawaharnagar, en las afueras de Hyderabad . El hedor de las montañas de residuos se siente por todas partes, pero eso no detiene el paso acelerado de Chinnamma. Un retraso puede significar un día sin ingresos ya que las puertas se cierran a las 7 en punto de la mañana.

Tras una hora hurgando entre la basura que han descargado los camiones de la municipalidad, Chinnamma ha conseguido llenar una gran bolsa de plástico con su preciada cosecha: botellas y latas vacías, trapos, zapatos rotos, trozos de plástico, y piezas de metal. Una vezseleccionados cuidadosamente y separados por paquetes, los venderá a un chatarrero a cinco rupias el kilo (8 céntimos de euro). Con suerte, en un día puede llegar a ganar 150 rupias, unos 2,30 euros.

Además de contraer enfermedades e infecciones, corren el riesgo de morir sepultados bajo toneladas de basura.

Chinnamma forma parte de los 8.000 recogedores de residuos que trabajan de forma 'autónoma' – esto significa que no están reconocidos -, en Hyderabad, removiendo entre la basura en busca de desperdicios para reciclar y vender.

Revolver casi a oscuras en los vertederos es un riesgo. Las infecciones y enfermedades acechan, y la peor pesadilla de Chinnamma es quedar sepultada bajo una repentina avalancha de escombros. Sólo en 2011, seis recogedores de basura – tres mujeres y tres hombres – quedaron aplastados de esta manera. De los seis, sólo se encontró el cuerpo de una de las víctimas. Fue por esta razón que las autoridades de la ciudad decidieron cerrar las puertas del basural para impedir que estos recolectores de residuos se quedasen dentro.

La Corporación Municipal Metropolitana de Hyderabad reconoce a un total de 7.000 recogedores de basura. Cada uno de ellos se encarga de unos 200 hogares y reciben un salario mensual de 6.000 rupias (unos 90 euros). Entre ellos se ayudan a recoger, seleccionar y procesar la basura lo que favorece un entorno amigable. Se calcula que la ciudad produce un total de 3.800 toneladas diarias de residuos al día.

Aunque pueda sonar extraño llamar a esta actividad una manera de ganarse la vida, este trabajo al menos permite a Chinnamma pagarlas 1.500 rupias mensuales (algo menos de 23 euros) de alquiler de su cabaña en un suburbio cercano. Sin esto, la desalojarían. Pero ahora este medio de supervivencia está en peligro.VisibleMás informaciónPrivatización de la basura

La Corporación MunicipalMetropolitana de Hyderabad tiene previsto traspasar la gestión de la basura de la ciudad a Ramky Enviro Engineers, una empresa de gestión de residuos que ya se encarga de 14 instalaciones de este tipo en toda la India. Una parte de los residuos de la ciudad se utilizarán para elaborar el combustible que abastecerá a una planta eléctrica privada y a dos más del estado, actualmente en construcción.

Esta decisión dejaría a los recolectores de basura sin nada que recolectar ni vender. Algunos podrían encontrar trabajos en el sector de la construcción, mientras que las mujeres trabajarían como empleadas domésticas. Sin embargo, sin cartas de referencia, difícilmente encontrarán un empleo. Así que para muchas de ellas, la única opción será el trabajo sexual, ilegal en la India.

Para los recolectores reconocidos de basura su futuro también es incierto ya que Ramky no tiene la obligación legal de asumirlos. Satya Adamala, director de proyecto de la división de residuos sólidos de Ramky, dice que la compañía "tratará de mantener" los empleos de los actuales recolectores de la Corporación Municipal. Sin embargo, Susheela, una de las recolectoras de la Corporación dice que "la mayoría de nosotras gana unos 2.000 (30 euros) al mes vendiendo lo reciclable. Si esto se acaba, nuestros ingresos se reducirán al menos en un tercio".

La propuesta de privatización de la gestión de la basura en Hyderabad tiene sus detractores en algunas ONG como la Asociación para la Promoción de la Acción Social (APSA, por sus siglas en inglés), de Hyderabad, que trabaja protegiendo los derechos de los recolectores de basura. APSA ha apelado al estado y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que revisen el contrato entre la Corporación Municipal y Ramky.

Cada vez más personas se dedican extraoficialmente a la recolección de basura en Hyderabad. Ninguna prohibición les hará renunciar a su trabajo.

La directora de APSA, Srinivasa Reddy, dice que "los recolectores de basura han estado seleccionando y reciclando el 12% de los residuos de la ciudad. Si estuvieran mejor preparados y recibieran apoyo económico y técnico, este porcentaje se multiplicaría varias veces". Creando microempresas

Hay numerosos ejemplos exitosos en toda la India. En Ahmedabad, en el estado occidental de Gujarat, 200 recolectoras de residuos pusieron en marcha un pequeño negocio de fabricación de agendas, cuadernos, y bolígrafos hechos de material reciclado. La Cooperativa de Artículos de Papelería Industrial Gitanjali Mahila Sewa está apoyada por We-Connect, un ente del sector privado, y por la firma consultora global Accenture, y entre sus clientes está el Banco Mundial. Otras unidades de reciclaje están siendo impulsadas por cooperativas de recolectores en Valod, también en Gujarat, y en Pune, en el estado de Maharashtra.

APSA ha estado presionando ante la citada Corporación Municipal para que se tenga en cuenta y se reconozca a los recolectores autónomos de la ciudad, ofreciéndoles unos ingresos más seguros y regulares. "Estábamos en conversaciones con la Corporación para que ofrezca un seguro sanitario a los recolectores", dice Reddy. "Pero la privatización ha hecho descarrilar todo el proceso".

En apoyo a la lucha de APSA por proteger el medio de subsistencia de los recolectores autónomos está la Alianza Gobal por Alternativas a la Incineración (GAIA, por sus siglas en inglés) – una alianza mundial de más de 600 organizaciones sin ánimo de lucro que se opone a la quema de los residuos y promueve el reciclaje a través de los recolectores de basura.

El gobierno debería apoyarlos como lo hace con otros sectores: garantizarles el empleo, subsidiarles la alimentación u ofrecerles una atención médica gratuita

Cada vez hay más personas que se dedican, de forma no oficial, a la recolección de basura en Hyderabad y los defensores de sus derechos advierten que ninguna prohibición les hará renunciar a su trabajo. Sin posibilidades de empleo en sus aldeas, estos hombres y mujeres emigran a la ciudad. Son uno de los grupos más marginados de la India. La mayoría, dalits (los antes conocidos como 'intocables') sin tierra, y con apenas educación o preparación. Recoger basura es una de sus pocas salidas para sobrevivir.

Dharmesh Shah, coordinador de GAIA en la INDIA, dice que "en el país hay unos 15.000.000 de personas que viven de recoger basura y reciclarla. No sólo mantienen las ciudades limpias sino que contribuyen a proteger el medio ambiente. El gobierno debería apoyarlos como lo hace con los trabajadores de otros sectores: garantizarles el empleo, el alojamiento, subsidiarles la alimentación, ofrecerles una atención médica gratuita y prever su jubilación. Sin embargo, los recolectores se ven privados incluso de los servicios más básicos".

Piden que se les escuche

En la ciudad, estos recolectores viven en condiciones deplorables. Trabajan sin protección, manipulando con las manos desnudas los residuos y viviendo cerca de los humeantes y hediondos vertederos. Muchos de ellos padecen tuberculosis, cáncer y problemas renales.

Sivarani, que coordina para APSA actividades de desarrollo en un suburbio, y que ha estado trabajando con los recolectores de la ciudad durante más de quince años, dice que estos "Nadie debería decidir sobre el destino de estos recolectores en su nombre – dice esta mujer. – Actualmente, todo se está llevando entre la municipalidad y las empresas privadas. Los recolectores, cuyas vidas dependen de lo que se decida, deberían ser la parte central del acuerdo, y, sin embargo, no aparecen en la foto".

Con el apoyo de APSA, 500 recolectores autónomos se han unido en la Federación de Recolectores de Basura de Hyderabad. En noviembre pasado, diez de ellos visitaron una cooperativa de reciclaje impulsada por los recolectores de Pune. "Como ellos, nosotros también podemos hacer compost, agendas, vasos y calendarios. Hemos oído que el gobierno ha prohibido las bolsas de plástico. Nosotrospodemos hacer y suministrar bolsas de papel a las tiendas", dice Chinnamma. Los recolectores están interesados, pero el gobierno hasta ahora no les ha escuchado.

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