1º de Mayo

El mundo entero celebra este día, a veces con poca conciencia de que su origen está en el martirio de unos obreros pobres en Chicago en el sigo XIX.

En Madrid hoy no era fácil encontrar algún espacio donde respirar el espíritu de justicia, solidaridad e internacionalismo que llevó a aquellos obreros a entregar su vida. Sindicatos traidores escenificando un cabreo ante el paro que ni a ellos mismos convence, paseos de turistas y ciudadanos, trabajadores explotados que ni el 1º de Mayo tienen asueto…

El partido SAIn quiso defender la dignidad del trabajo. En Callao y cercanías, pancartas, carteles, estatuas humanas, material informativo en defensa de los parados, los explotados, los esclavos de este sistema asesino. Denunciamos la traición de los sindicatos y gritamos solidaridad con los 400 trabajadores muertos en Bangladesh la pasada semana. Un crimen que destroza cientos de familias y El Corte Inglés (para quien cosían, entre otros) se lava las manos, como Pilatos.

El 1º de Mayo la policía local, por orden del Ayuntamiento quiso impedir este grito. Las estatuas humanas pueden ser de todo tema y color, menos denunciando el paro y la esclavitud. Pueden tener ánimo de lucro, lo que no pueden es denunciar las injusticias sin pretender más que mover conciencias… triste trabajo el de  silenciar a las víctimas, un trabajo cada vez más inhumano, indigno… e imposible. Ni el Ayuntamiento de Madrid ni la policía local ni nadie puede ahogar el grito.

 El Partido SAIn siguió y seguirá, y si nosotros nos callamos, gritarán las piedras.