El paro contra la
maternidad y la familia… también en Carabanchel
Amparo es otra víctima del paro en mi
barrio. Una abuela que cuidaba en su casa a tres nietos, que mantenía a tres
hijos menores de edad, de los seis que tenía.
Amparo se suicidó porque la EMV la iba a
echar de su piso protegido donde vivían desde 1989.
El mes pasado fue otra madre, Raquel, en
Las Palmas. Aterrorizada por la amenaza de los servicios sociales de quitarle a
sus hijos, desesperada porque no podía cumplir su exigencia de encontrar un
trabajo…
El padre de Raquel denuncia al gobierno
canario por forzar estos crímenes, a los asistentes sociales ejecutores del
robo de los hijos de los pobres, a los empresarios que con su afán de lucro
impiden a los trabajadores tener horarios que hagan posible el deber de cuidar
a las familias.
Los vecinos de Amparo y asociaciones como
la PAH denuncian que no son suicidios, son asesinatos.
La sociedad entera empieza a reaccionar
gritando la verdad que no se puede callar, ni con fútbol ni con olimpiadas, ni
con toneladas de corrupción.
Pero no es bastante. Son decisiones
políticas las que han empujado a la muerte a Amparo y a Raquel. Estar a favor
de la familia, y de la maternidad, exige meterse en política. Por amor a todas
las Amparos de mi barrio, y de España entera, y más allá… Hacer una política
solidaria es el reto.
Pilar
Gómez-Ulla Astray
Vecina
de Carabanchel y militante del partido SAIn de Madrid.
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